SALIVACIÓN ES SINÓNIMO DE SALVACIÓN:

Para encontrar la muerte natural, feliz,

basta dormir durante la noche

 la mañana es el momento más emocionante del día, y con ella sentimos satisfacción, alegría. Cuando el enfermo sale de la oscuridad, su sufrimiento disminuye. El sufrimiento está relacionado con lo oscuro, oscuridad significa muerte. Por esta razón en una ceremonia relacionada con la muerte todas las personas usan ropa negra. Esto es interesante; todo tiene confirmación concreta; la noche esta relacionada con la muerte. La muerte puede ser normal o anormal. Es natural morir en la noche. Sin embargo la noche trae también satisfacciones, pues una muerte satisfactoria es aquella que ocurre durante la noche. Esto es realmente importante: una muerte feliz. La noche tiene sus procesos de confirmación satisfactoria, feliz, normal. Empero, la persona que ha perdido el estilo de vida normal, siente miedo en la noche, se mantiene intranquilo, no logra dormir.

Existen muchas personas que sufren de insomnio, que tienen miedo de dormir y que por cualquier cosa se despiertan. La falta de tranquilidad para dormir en la noche es una tendencia general. Dormir de manera fisiológica, natural, es muy agradable; es un proceso satisfactorio, la persona descansa.

Hoy en día ya no existe la muerte normal, natural, que ocurría a edad avanzada. Cada vez es más común la muerte precoz, fatal, provocada, accidental, que va desplazando a la muerte vital, preparada, previsiva. La muerte normal es previsiva. Para realizar, para encontrar, para poder esperar este proceso de muerte satisfactoria, normal, natural, previsiva, es necesario haber tenido el entrenamiento de muerte y renacimiento todos los días. El entrenamiento básico, cotidiano, de vida y muerte es muy importante. Tenemos que acompañar el proceso diario de muerte y renacimiento de manera natural, normal, ordinaria. Esto no se hace forzada ni sacrificadamente. Para realizar la muerte natural, satisfactoria, feliz, hay que confirmar cada día un estilo de vida cotidiano, día y noche. Para encontrar la muerte natural feliz, basta dormir durante la noche.

 

 

La masticación es destrucción incorporadota

Dormir es morir. Para realizar la muerte natural, normal, tenemos que vivir naturalmente, normalmente, durante el día; vivir independientemente. En este sentido, normalidad es independencia. Lo importante es ser más independiente. La persona que es dependiente de relaciones externas no logra dormir ni morir independientemente. Por esta razón se despierta con cualquier ruido en la noche y no logra seguir durmiendo. Los recuerdos de las cosas que sucedieron durante el día no dejan que su cabeza se tranquilice. Unas de las cosas que provocan más intranquilidad durante la noche son las anormalidades internas, provocadas por la cantidad y calidad tanto de comida y bebida como de palabras. La intranquilidad nocturna es consecuencia de la calidad y cantidad de alimentación psicosomática –alimento gastronómico y palabras- mal digerida, mal masticada. No solo se trata de alimentación gastronómica: también es alimentación mental. La palabra mal masticada que penetra en la cabeza provoca mucha intranquilidad nocturna. La falta de masticación realmente incomoda internamente. Todo alimento tiene que ser bien masticado para que ocurra la muerte de cada vida que es ingerida. Cada grano integral tiene vida; por eso tenemos que respetar la muerte vital, normal, de cada grano, masticando bien los alimentos. Si la persona no mastica bien, el grano no muere bien: queda solo medio muerto, medio masticado,¡ en desgracia!

Empero, actualmente las personas sólo quieren granos pulidos, blancos, desintegrados, muertos. Quien come cereales blancos esta comiendo alimento muerto. Este tipo de alimento entorpece la condición fundamental interna, lo cual dificulta la realización de la muerte nocturna. Lo importante es realizar la muerte con las cosas vivas. Es necesario respetar el proceso mortal relacionándolo, normalmente, con la comida que tiene vida. La persona que respeta el proceso natural de muerte del grano vivo lo mastica bien, completamente, hasta que desaparezca su forma -el alimento muere en realidad- muerte es desaparición de forma y función. Muerte es transformación; sin la muerte nada se transforma. Por eso cuando es bien masticado un grano, o quizás una verdura, o cereales, o leguminosas integrales, vitales, fácilmente se asimila. Masticación es muerte, es destrucción incorporadora, es destrucción interconectada con el destino en varias dimensiones. En todo caso, tenemos que masticar bien los alimentos, tenemos que realmente matarlos.

 

 

El alimento es vida que muere dentro de nuestro organismo

 Únicamente podemos matar al grano de arroz integral. El grano muerto, pulido, no hay que matarlo pues ya está muerto. El 97% de los granos de cereales integrales, vivos, cuando son puestos sobre un algodón mojado, germina. La asimilación completa del alimento más vivo es la más importante. El alimento es vida que muere dentro de nuestro organismo. Pero esto no sucede con el cereal que ya está muerto, blanqueado, al que se le retiró la película, la piel. Si a una persona se le quema una proporción grande de piel, esa persona muere. La piel es la protección de nuestra integralidad interna: incluso nuestra resistencia depende de la protección que brinda la piel. Con los cereales sucede lo mismo: cuando se les quita la piel, el grano muere y por este motivo, ningún grano de cereal pelado germina. Sin embargo, es interesante que todos los granos integrales brotan cuando se plantan. ¿hacia donde? ¿en que dirección? Todas las semillas brotan en dirección al sol.

No lo hacen en dirección a la iglesia, no señor, y ustedes tienen que darse cuenta de esta diferencia.

 

La saliva : el mejor antibiótico que existe

 La masticación mecánica de los alimentos, utilizando solamente la trituración no es lo más importante; éste es tan sólo el lado aparente, complementario. El fenómeno más importante (principal), es la ensalivación. La saliva es catalizadora, es alcalinizadota de los alimentos. Contiene enzimas poderosas que determinan la calidad de los nutrientes y de la asimilación. Con la ensalivación comienza la cadena de reacciones bioquímicas que alimentan e influyen sobre todo el organismo. Paradójicamente, muchos científicos han ganado premios Nobel investigando cosas superfluas, desconociendo una innumerable cantidad de propiedades contenidas en la saliva; la investigación y profundización en este tema merecería muchos premios Nobel.

Un ejemplo de estas maravillosas propiedades es la gammaglobulina y el interferón; ambos han demostrado cumplir un papel importante en el control del cáncer. La gammaglobulina tiene grandes aplicaciones en casos de leucemia debido a su capacidad coagulante de la sangre, además de ser utilizada en otras situaciones.

Cuando la gammaglobulina fue descubierta, muchas industrias farmacológicas comenzaron a producirla sintéticamente. Invirtieron y ganaron mucho dinero; también desarrollaron complicados equipos para producirla y lograron una distribución masiva de este producto sintético.

Por otro lado, el interferón tiene una propiedad inmunológica muy efectiva en el control desordenado de las células cancerosas. También en este caso se busco una forma de producción sintética de interferón. El resultado, como en el caso de la gammaglobulina, fue un producto parcial accesible sólo a una minoría, debido a los altísimos costos que implica producirlos.

Cuando controlamos adecuadamente nuestra masticación estamos produciendo grandes cantidades de gammaglobulina e interferón naturalmente. Nos estamos autoinmunizando a través de un hábito fisiológico que sólo depende de nosotros mismos.

 

Si perdemos el control de la calidad de alimentos que ingerimos destruimos la calidad de la saliva y así nuestro organismo deja de sintetizar estos elementos inmunológicos. Entonces, no tiene sentido comprar estos medicamentos sintéticos cuando basta con cambiar nuestros hábitos alimenticios.

Salivación es sinónimo de salvación, de inmunización fisiológica. Quién profundiza sobre esto puede descubrir la forma y función superpotente de la masticación. Si la saliva tiene un estado relativamente alcalino, su efecto en el control inmunológico es incomparable, pero si ella está acidificada entonces pierde esas propiedades. La acidez estomacal es un ejemplo de esta relación; si la saliva es alcalina es posible controlar la gastritis; si no hay una ensalivación suficiente es imposible el control del ácido clorhídrico del estómago y como consecuencia hay una hiperacidez.

Fisiológicamente debemos engullir entre 750 y 1200 c.c. de saliva a lo largo del día; esa es la medida normal que además debe tender a la alcalinidad (lo alcalino debe ser lo predominante), cuando la cantidad de saliva es poca, la acidez del estómago es mayor, lo cual genera gastritis y hasta propicia la formación de úlceras que pueden perforar la pared estomacal.

 

Esta es la importancia de estimular la función fisiológica de la producción de saliva una calidad y cantidad adecuada que nos permita adquirir gradualmente una fuerza básica de inmunidad. La inmunidad salivar ya fue confirmada en laboratorios de varios países. Diversas experiencias demostraron que cuando existe saliva en la cantidad y calidad fisiológicamente necesaria, ningún microbio o bacteria sobrevive. Inclusive la propia célula cancerosa que tiene un crecimiento descontrolado para de reproducirse y llega hasta a disolverse en este medio salivar alcalino.

Quien sabe controlar la cantidad y calidad de la saliva, controla el orden del desequilibrio fisiológico hacia una condición más alcalina, fiscaliza los alimentos que entran por las cinco bocas de forma que se puedan evitar los contrabandos patológicos, puede gobernar muy bien su propio organismo.

La percepción de la fuerza salivar es un ejemplo de la potencia de nuestro organismo tan solo en la parte inicial. Si confirmamos la aplicación del autocontrol cotidiano, descubriremos no sólo éste sino también muchos otros secretos para la supervivencia humana, y reconoceremos resultados concretos e inmediatos. Por ejemplo, quien tiene dolores estomacales, gastritis, úlcera o inclusive cáncer estomacal, cuando mastica y ensaliva bastante, o simplemente coloca en la boca que estimule las glándulas salivales va a sentir una mejoría pues los síntomas desaparecen naturalmente.

 

 

Hasta los animales saben el poder que tiene la saliva como antibiótico original. Cuando nacen crías, la madre las protege lamiéndolas, y evita así la amenaza de microbios: las cubre con su propia saliva. También cuando se hieren lamen sus heridas y evitan así las inflamaciones. Nosotros mismos, si tenemos la saliva en adecuadas condiciones, podemos aplicarla sobre picaduras de insectos o pequeñas heridas, lo cual previene inflamaciones. Esto funciona milagrosamente, independiente, fisiológica y gratuitamente.

La fuerza inmunológica de nuestra sangre está  directamente relacionada con la calidad de saliva absorbida durante el proceso digestivo.

 La perdida de inmunidad salival provoca la disminución de la resistencia de la garganta y quedamos vulnerables a gripes, resfriados, irritaciones, amigdalitis, y faringitis. Todo depende por lo tanto del control de la saliva, que es algo muy simple y fácil. Pero las cosas simples y fáciles son exactamente las más difíciles de practicar. Sólo con el condicionamiento habitual de los hábitos es posible llevar efectivamente a la práctica todo proceso de supervivencia.

No estamos percibiendo cómo está todo invertido hoy en día. Las personas buscan las cosas más difíciles y más costosas pensando que serán las más fáciles y efectivas. Esto es un exceso de imaginación sin confirmación real. En la realidad, salivación es salvación. Es allí donde comienza el control de la vida fisiológica, simple y gratuita.

No es necesario comprar interferón o gammaglobulina ni otras sustancias inútiles y patológicas. Se trata apenas de re educar los hábitos cotidianos, de reconocer la potencia fisiológica de las cosas más simples y gratuitas.

 

Fuente: “naturaleza mucho más poderosa que dios”

“supervivencia práctica”secretos

Tomio Kikuchi

大根丸