La enfermedad es consecuencia de la
disminución del “Crédito” Vital
Principalmente, los problemas existen más dentro que fuera, y cuando una persona pierde esa visión dinámica, la realidad se invierte y sólo se encuentran dificultades. En verdad, lo que puede ocurrir con la persona es peor que la dificultad, porque la persona puede perder, agotarse, “entrar en quiebra” vital.
Incluso en el terreno monetario existe la parte complementaria y la principal. En el balance de fin de año, la parte principal son los ingresos y la parte complementaria la deuda, los gastos. Si esta relación está invertida, ¿Qué ocurre? Si el gasto es mayor que los ingresos, la empresa está en problemas. Con la vida sucede lo mismo: tenemos que gastar lo mínimo y aumentar nuestros ingresos. La enfermedad es consecuencia del hecho de que las entradas disminuyeron y el gasto aumentó. Ésta es una inversión de la proporción entre lo principal y lo complementario. Si hay pérdidas, la palanca monetaria no está funcionando. Se debe pensar más en aumentar los ingresos que el consumo.
Actualmente, debido al exceso de consumo, los ingresos se agotan rápidamente, las empresas se quiebran con facilidad, giran cheques sin fondos. Girar un cheque sin fondos tiene alguna gravedad, pero es peor tener una vida sin fondo, basada en relaciones de mera apariencia, sin función, la cual constituye una “quiebra” vital, realmente sin financiación.
Lo que interesa es tener fondo, función. Las personas se dejan llevar por el exceso de entusiasmo por las cosas bonitas que el sistema ofrece, como las producciones tecnológicas maravillosas (especialmente de equipos electrónicos sofisticados) y las comidas de apariencia atractiva. Cuando las personas gastan dinero en esas cosas, rápidamente agotan sus fondos.
Es necesario utilizar la palanca monetaria ligada con la palanca vital. Necesariamente tenemos que hacer balance; tenemos que verificar siempre las dos partes antagónicas: la complementaria y la principal. Si la posición de estas dos partes está invertida, la palanca ya no funciona potentemente y ocurre la quiebra. Se debe mantener siempre bajo control la parte principal. Todas las cosas funcionan de esa manera.
Hablando de consumo, vi en la televisión a una investigadora Hindú diciendo que los países del Primer Mundo (Como Estados Unidos, Japón y Alemania) dicen que India y China –que tienen superpoblación- necesitan urgentemente controlar la natalidad. La investigadora argumentaba que en el estudio que ella realizó, un bebé Estadounidense consume el equivalente a 120 bebés de la India. A mi la cifra me pareció exorbitante, pero ella dice que tiene datos que comprueban que el consumo de alimentos, de ropa, de juguetes, de todo, de los bebés Estadounidenses es 120 veces mayor que el de los Hindúes. Esto es muestra de enloquecimiento. Enloquecimiento es inversión.
Este dato quizás sea real, porque el mayor problema que los Estados Unidos va a enfrentar a partir del año 2000 es la obesidad: el 60% de los Estadounidenses son obesos, pesan más de 100 kilos.
El eje de la palanca siempre está desfocalizado y por eso es necesario reubicarlo constantemente
Vamos a centrarnos de nuevo en el tema de la confianza, de la fe. Confianza es fe. Sin embargo, la confianza, la fe, no está relacionada principalmente con el aspecto externo de la realidad. La relación interna es principal porque la fe y la confianza están siempre relacionadas con la duda. Por esa razón sucede lo mismo con la duda. La duda no es una relación principalmente externa: es interna. Lo importante es dudar de sí mismo, porque así se puede desarrollar la autoconfianza. Quien comete errores y no los corrige no esta utilizando la palanca. Palanca es corrección. La corrección es una actividad básica porque el eje de la palanca esta siempre desfocalizado y por eso es necesario reposicionarlo. Ésa es la realidad. No existe palanca rotativa con eje fijo. Constantemente el eje, el punto de apoyo, se está moviendo, y se traslada hacia allá, hacia acá, hay que corregirlo siempre. Le sucede como al trompo, al cual, si no se le corrige, pierde la función de trompo y cae. La vida es como el movimiento del trompo, que necesita siempre refocalizarse, reubicarse. De todas formas, el control interno es principal. Eso también tenemos que confirmarlo siempre.
Cuando la persona se vuelve adinerada, pierde el control de sí misma
La persona que vive en un monasterio, sin ninguna preocupación por la supervivencia, sin preocuparse por el dinero, comida ni casa, pierde la posibilidad de utilizar, de desarrollar la sensibilidad, lo que sólo se puede hacer por medio de las relaciones valiosas que encontramos, espontáneamente, en la vida de la sociedad.
La escuela de la naturaleza funciona veinticuatro horas al día, lo que quiere decir que cualquier persona puede aprender con la naturaleza, en cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier situación. El aprendizaje que se adquiere con la naturaleza es vitalicio, inagotable, puede realizarse durante toda la vida. No se trata simplemente de un aprendizaje teórico: es una práctica efectiva de utilización de cualquier acontecimiento a través del principio de la palanca. Sin embargo, cuando la persona se vuelve adinerada tiene todo lo que quiere en abundancia tiene mucho más de lo necesario. Así ella encuentra la necesidad máxima y no la mínima y, por esa vía pierde el control de sí misma y cae. Esto no sucede si la persona vive en medio de la naturaleza, donde, cuando cae, tiene que levantarse inmediatamente. Por ejemplo, el gato, el lince o cualquier otro animal que viva en la naturaleza, cuando falla se corrige en el mismo instante. La corrección inmediata, el instinto, el reflejo del gato es impresionante; reacciona de modo instintivo, natural, con lo cual confirma las enseñanzas de su maestra naturaleza. Entonces, lo importante es fortalecer la sensibilidad instintiva para percibir, para prevenir, para corregir. Esto es autoeducación instintiva. El intelecto sólo funciona durante el día, pero el instinto funciona veinticuatro horas al día. Incluso durante el sueño el instinto funciona.
Todo lo que vive en la tierra comete errores pero se corrige inmediatamente
El instinto se desarrolla con la dificultad ¿O será que los animales son miedosos? No ellos son cautelosos, no miedosos. Miedo es sinónimo de cobardía, y cobardía es debilitamiento del corazón ¡Pero el corazón del gato no es débil! Por ejemplo, cuando un perro va a matar a un gato, éste, antes de morir, sufre una especie de desmayo. El gato finge que esta muerto y cuando el perro se aproxima, él ataca.
Igualmente, después de que el gato muere, su cuerpo se pone tan rígido que parece que hubiera muerto hace unos diez días, se vuelve duro. Esto es interesante. Esto sucede tanto en el gato doméstico como con el gato salvaje.
El gato no pierde una pelea tan fácilmente porque no enfrenta a su enemigo directamente y sabe escapar muy bien. El gato es un maestro con el cual podemos aprender muchas cosas. Su sensibilidad y flexibilidad son impresionantes. Se puede soltar el gato desde cualquier posición elevada, y él siempre caerá de pie; nunca caerá mal. Él se equivoca pero lo corrige inmediatamente. El gato es un ejemplo de flexibilidad de la naturaleza. Por eso es peligroso cuando una persona se vuelve adinerada. No se debe desear ser rico; se debe vivir con un estilo de vida pobre, peor que pobre…Por su parte el caballo es muy sensible, pero el caballo que se acuesta para dormir, está enfermo. No es normal. El caballo duerme de pie. Yo he vivido, incluso he dormido con caballos.
El instinto es el foco de la educación
Nuestro criterio no excluye nada: nosotros utilizamos todo. Todo lo que encontramos en nuestro mundo es útil. No existe ninguna cosa inútil. En realidad, para nosotros la cosa más inútil es la más útil. La cosa más insignificante es la que tiene mayor significación. Esta es una de las maravillas de la naturaleza. Cuando observamos las cosas que encontramos en la naturaleza, las más insignificantes son las más significativas. Las cosas más simples son las más dinámicamente complejas; aparentemente, son las más complicadas, pero en su interior son simples. Esta realidad antagónica, en la que los opuestos existen interligadamente, provisionalmente, es interesante, maravillosa, muy dinámica. Tenemos que entrenarnos mucho en esta visión hexagonal, básicamente ternaria. La visión hexagonal es básicamente ternaria porque ella se compone de dos triángulos, ligados antagónicamente. Cuando se mueve el símbolo de la ternalidad, automáticamente se desarrolla la sensibilidad hexagonal, la dimensión hexalateral, que se manifiesta en todo lado: arriba, abajo, dentro, fuera…
Podemos entonces desarrollar nuestra sensibilidad normalmente, fácilmente, sin imaginar. Debemos tener todos los aspectos de nuestra individualidad relacionados de manera espontánea, instintiva. El instinto es el foco de la educación: todo tipo de educación –incluso la autoeducación- debe estar enfocado en la autoeducación instintiva. Afortunadamente los que me educaron fueron mi padre y mi madre. Esto no es nada extraordinario. Por eso desarrolle una sensibilidad instintiva. A los tres años de edad empecé a montar a caballo y me mantenía en contacto con todo tipo de animales; vivía totalmente en medio de la naturaleza.
Tenemos que percibir todo instintivamente, inmediatamente. Así podremos realizar la prevención instintiva, inmediata. Prevención es percepción.
El principal entrenamiento que podemos obtener es el de la prevención inmediata. Prevención espontánea, inmediata: esta es la característica del tigre. El tigre tiene capacidad de decisión inmediata, efectiva. Percepción es lo mismo que decisión. La decisión, no va a funcionar para aquel que no percibe. La decisión sin percepción es fatal, y la decisión con percepción clara es vital. Los problemas existen en cada instante, en cada momento, y tenemos que estar relacionados con ellos de manera normal, natural, instintiva. Para aquel que intelectualiza, lo que propone la educación vitalicia le parece muy difícil. En la realidad no lo es; por el contrario es muy fácil, porque para tomar una decisión instintiva no es necesario pensar, no se necesita imaginar: la decisión es instintiva.
Absorbidos por el consumismo, profesores y alumnos no perciben el valor educativo de la insatisfacción
La enseñanza tiene como componente principal la memorización del alumno relacionada con el registro de números, fechas históricas etc…
Pero eso es complementario. No estamos negando este aspecto de la información, pero no es el principal. La enseñanza mecánica es indispensable, complementariamente. Sin embargo, la enseñanza mecánica es principal para la educación actual, en la cual la relación entre lo principal y lo complementario está invertida.
La enseñanza mecánica complementa la educación orgánica, que es principal. La educación orgánica es aquella en la cual existe un contacto directo, vibrante, de los alumnos con el profesor. Antiguamente existía ese contacto vivo entre alumnos y el profesor, pero en la actualidad esa convivencia es muy mecánica.
Por ejemplo la enseñanza del aparato digestivo debe también incluir información sobre el estilo de vida alimentario. La mera explicación teórica, sin confirmación de la realidad, constituye una información adulterada. Necesitamos estar corrigiendo siempre esa educación parcial; la educación no debe estar desligada de la realidad dinámica. Los educadores ya están percibiendo esa necesidad. Entre los alumnos crece, cada vez más, la insatisfacción, el rechazo contra el sistema educativo.
Lo que está ocurriendo es una acumulación de dudas, de insatisfacción. La insatisfacción es normal. Quien siente satisfacción no se desarrolla. Quien esta satisfecho, con la barriga llena, no se va a desarrollar. Es necesario tener una insatisfacción psicosomática; no sólo el estómago: la cabeza también debe estar con hambre. Si se come y se bebe en forma extravagante, abundante, la persona termina saturada. Lo importante es tener insatisfacción satisfactoria: es así como la persona aprende. Sin embargo, como profesores y alumnos están todos absorbidos por un estilo de vida excesivamente consumista, no están encontrando la estimulación educativa de la insatisfacción.
Fuente: “Naturaleza mucho más poderosa que Dios”
TOMIO KIKUCHI
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